viernes, 24 de julio de 2015

En Busca De Nunca Jamás con Laura Michelle Kelly

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Hay musicales que te conquistan con oír una sola canción y para cuando empiezas a ver retazos de la producción estás ya completamente vendida. Ese ha sido mi caso con Finding Neverland, el musical basado en la película protagonizada por Kate Winslet y Johnny Depp que cuenta la historia del autor de Peter Pan. Con música de Eliot Kennedy y Gary Barlow (Take That) y protagonizado por Matthew Morrison (Glee), Laura Michelle Kelly (Mary Poppins) y Kelsey Grammer (Cheers) -actualmente sustituido por Anthony Warlow-, este musical es una de las paradas obligadas esta temporada en Broadway. 

Precisamente, hemos tenido la suerte de poder hablar con Laura Michelle Kelly, que interpreta a Sylvia Llewelyn Davies, para que nos cuente un poco cómo es este musical y por qué no podemos perdérnoslo. Para los que no la conozcáis, Laura ganó el premio Olivier por interpretar a la niñera más famosa del mundo, la mismísima Mary Poppins. No os voy a enumerar en todas las producciones en las que ha estado porque no acabaríamos nunca, pero incluyen títulos como Les Mis, My Fair Lady, The King And I o el musical de El Señor de los Anillos (sí, existió), pasando por la adaptación al cine de Sweeney Todd por Tim Burton. Así que, sin más dilación, aquí tenéis lo que nos ha contado Laura y al final del todo, tenéis el video de Laura y Matthew cantando What You Mean To Me.

BiS: ¿Cuándo supiste que querías ser actriz?
LMK: Me enamoré de los escenarios con 11 años. Vi a mi hermano pequeño formar parte de una función navideña y al año siguiente no veía el momento de formar parte con él. Todos los días después del colegio iba directa al teatro para participar en cualquier producción local que estuvieran haciendo, hasta que cumplí los 17 y conseguí mi primera gran oportunidad en La Bella y La Bestia, en el West End londinense.

BiS: Uno de los papeles mejor conocidos de tu carrera es Mary Poppins. ¿Qué significó para ti originar un personaje tan icónico en el West End?
LMK: Es muy especial haber formado parte de Mary Poppins.  Ha significado tanto para tantas generaciones… Incluso ahora, muchos padres todavía se me acercan y me dicen cuánto les conmovió esa producción. Realmente fue un regalo que todavía me hace sonreír.


BiS: Con una trayectoria tan prolífica, debes tener docenas de anécdotas y momentos embarazosos sobre el escenario. ¿Alguno que te gustaría compartir con nosotros?
LMK: Interpretar a la niñera perfecta siempre fue un reto, especialmente cuando acabas cayéndote por las escaleras… ¡Creo que a la audiencia le encantaba reírse cada vez que me caía! Jaja. La mayoría de mis historias divertidas sobre el escenario me incluyen a mi tropezándome y dándome de bruces. ¡Mi bolso mágico no apareció una vez! Eso fue bastante embarazoso y ahora me puedo reír pero fue bastante complicado hacer magia sin un bolso mágico lleno de atrezzo mágico!!

BiS: Alguno de los personajes que has interpretado tienen en común que comparten el escenario con niños, algo (que los niños trabajen) que genera un poco de controversia. ¿Qué opinas al respecto? ¿Cómo ha sido para ti la experiencia?
LMK: ME ENCANTABA estar sobre el escenario de pequeña. La verdad es que para mi no era trabajo y sigue siendo divertido. Creo que en el momento que dejase de ser divertido cualquier padre haría que su hijo parase. Hay gente increíble trabajando aquí que cuida de los niños en todo momento y se encarga de su bienestar. ¡Nos lo pasamos todos genial! Una cosa que me maravilla es cuánto talento tienen y con mucha más experiencia de la que tenía yo a su edad. Todos mis cuatro (siete, en realidad, contando covers y suplentes) niños en el musical me enseñan cosas nuevas cada día, es una bendición conocerlos.

BiS: Descubriendo Nunca Jamás es una bonita pero triste historia sobre fortaleza e inocencia. ¿Qué tiene esta historia que la hace atractiva?
LMK: Es genial formar parte de una historia que habla del clásico tema de superar obstáculos y encontrar al héroe interior, cosa que se explora en nuestra historia pero la música te eleva tanto como la trama y te llena de adrenalina. Tenemos el placer de oír las reacciones en la salida de actores cada noche sobre cómo los ha conmovido y ha ayudado a curar algo en sus propias vidas. Hace que sea más fácil darlo todo cada noche cuando oyes respuestas así.

BiS: En estos tiempos de tecnología, redes sociales y consumismo. ¿Crees que nuestra sociedad ha perdido el contacto con ese niño interior, con esa inocencia?
LMK: Creo que sucede en el segundo en que tienes responsabilidades. Es una buena idea intentar mirar el mundo a través de los ojos de un niño. Si puedes. Una de las cosas que los niños y Matthew Morrison me han enseñado es a tener una actitud de gratitud cada día. Está cambiando mi perspectiva de la vida experimentar eso en el trabajo.
 
BiS: El musical se llama Finding Neverland (“Descubriendo Nunca Jamás”). ¿Qué es para ti Nunca Jamás?
LMK: Creo que Nunca Jamás es una aventura y el hogar al mismo tiempo. Cielos azules, árboles enormes, un lugar donde la paz y la diversión existen al mismo tiempo. Sin lágrimas, salvo que sean de felicidad, y definitivamente muchas historias. ¡Creo que el autor de Peter Pan, J.M. Barrie acertó de pleno!

BiS: Estamos completamente obsesionadas con la música del espectáculo. ¿Qué crees que ha aportado la música de Gary Barlow y Eliot Kennedy a esta historia?
LMK: Siempre he sido una gran fan de Gary Barlow y Eliot Kennedy. Han estado escribiendo canciones increíbles durante años. Ellos son tan maravillosos como sus canciones.

BiS: Has estado en esta producción desde su periodo en el ART. ¿Cómo ha evolucionado el show desde entonces? ¿Ha habido muchos cambios a parte de los cambios en el reparto?
LMK: Canciones, escenas y coreografía han sido cortadas, editadas o cambiadas, que es lo divertido de tener una prueba fuera de la ciudad. Mi favorito es intentar descubrir la historia real que queremos contar. El foco de atención cambiaba constantemente. Estoy muy orgullosa de con lo que hemos terminado.

BiS: ¿Cómo es compartir escenario con actores de televisión tan conocidos como Matthew Morrison y Kelsey Grammer?
LMK: Son gente muy amable. ¡Me ha encantado compartir este viaje con ellos! Tienen el corazón enorme y tiempo para todo el mundo. Me encantan. ¡Definitivamente tenemos una gran recepción en la salida de actores para ellos cada noche!
 
BiS: De todos los famosos que han ido a ver el musical, ¿ha habido alguien que te hiciera especial ilusión conocer?
LMK: Siempre es divertido conocer gente que están creando cultura a su manera, pero mi favorito ha sido  que viniera David Blaine a ver a los niños. Es un mago fabulosos y todos los chicos están obsesionados con la magia. ¡Estaban emocionadísimos! Eso me hizo muy feliz.

BiS: Cuando se crea un personaje, generalmente le pones un poco de tu propia personalidad y tu Sylvia es pura fuerza. ¿Qué tiene Sylvia de Laura? ¿Y Laura de Sylvia?
LMK: Consigues conocer a alguien a quien creas teniendo empatía por ellos. Sobre el escenario se supone que no debe haber una línea visible entre tu vida real y tus personajes pero tengo que decir que probablemente no hay demasiada diferencia entre Sylvia y yo. Excepto la experiencia vital. Me encanta jugar a juegos y los niños y la familia así que todo eso es igual, pero yo nunca he perdido un marido ni he tenido 4 chicos así que ¡eso es nuevo! Creo que nuestras personalidades son muy parecidas.

BiS: Si alguno de los personajes que has interpretado pudiera ser tu mejor amiga, ¿quién sería?
LMK: ¡Me encantaría ser la mejor amiga de la reina de los elfos – Galadriel! Es tan etérea y mágica y diferente a mi. ¡Creando árboles dorados y curando a gente con su energía y viviendo en el corazón del bosque! Sin mencionar hablar élfico todo el día. ¡Eso sería divertido tenerlo cerca!

BiS: ¿Qué le dirías a un español que está pensando ver tu espectáculo para ayudarle a decidirse?
LMK: Quedarás deslumbrado por la historia del viaje de un hombre para sobreponerse a la apatía. ¡Síguelo mientras se convierte en un héroe entre piratas y se enamora curando el corazón roto de una viuda y sus cuatro niños y se llega a ser un autor salvaje de camino!

BiS: Tenemos la impresión de que esta temporada en Broadway ha sido fantástica para las mujeres. ¿Qué se siente al formar parte de eso?

LMK: Simplemente me siento tremendamente afortunada de formar parte de Broadway, punto. Realmente es una temporada fantástica, pero siempre lo es aquí en Nueva York y creo que eso da buenas razones para volver siempre todos los años.  ¡Broadway debería ser siempre una temporada de aventuras que cambien la cultura! ¡¡Venid a visitarnos‼


Sometimes, there are musicals that make you fall in love just by listening to one of their songs and by the time you start watching small bits of the production you're already hopelessly head over heels with it. That's what happened to me with Finding Neverland, the musical based on the movie with Kate Winslet and Johnny Depp that tells the story of the author of Peter Pan. The musical, with songs by Eliot Kennedy and Gary Barlow (Take That) and starring Matthew Morrison (Glee), Laura Michelle Kelly (Mary Poppins) and Kelsey Grammer (Cheers) - right now taking some time off, his role played by Anthony Warlow (Annie)- is one of the MUST SEEs this season.
We've been lucky to get the very Laura Michelle Kelly to answer some of our questions to give us a little more insight into the musical and tell us why we mustn't miss this show. For those of you who don't know who she is, Laura won an Olivier Award for the role of the most famous nanny ever, the practically perfect Mary Poppins among a very long list of other shows. Seriously. I'm not gonna list them all, this post is already long as it is and I guess you all get what I mean :P
So, without further ado, here's what the lovely Laura Michelle Kelly has told us!

BiS: When did you know you wanted to be an actress?
LMK: When I was 11 I fell in love with the stage. I watched my baby brother take part in a Christmas show and the next season I couldn't wait to be a part of it with him. Everyday after school I would go straight to the theatre to be a part of any local show that was going on, up until the age of 17 when I got my first big break in Beauty and the Beast in London’s West End.

BiS: One of the best-known roles in your career is Mary Poppins. What did it mean for you originating such an iconic character on the West End?
LMK: It's so special to have been a part of Mary Poppins. It’s meant so much to so many generations. Even now, a lot of parents still come up to me and say how moved they were by that production. It was really a gift it continues to make me smile.

BiS: With such a prolific career you must have had dozens of anecdotes and embarrassing moments onstage. Any remarkable one you’d like to share with us?
LMK: Playing the perfect nanny was always a challenge especially when you end up falling up the stairs…I think the audience loved laughing at the times I fell over! Haha. Most of my funny stories on stage involve me tripping up and landing on my face. My magic bag didn't show up once! That was quite embarrassing and now I can laugh about it but it was very hard being magical without a magic bag filled with magical props!

BiS: Some of the characters you’ve played have in common that they share the stage with children, which is something (having kids work) that arises a little controversy. How do you feel about that? How has the experience been for you?
LMK: I LOVED being onstage as a child. It certainly wasn't work for me and continues to be fun. I think the second it isn't fun any more any parent would let their child take a break from it. There are such incredible people employed to look after the kids at all times and look after their welfare. We all just have so much fun! One thing I marvel at is how talented they are and far more experienced than I was at that age. All my four (seven, really, as there are covers and understudies) children in the show teach me new things every day it's such a blessing to know them.

BiS: Finding Neverland is a beautiful but sad story about strength and innocence. What is it that makes this story appealing?
LMK: It's so great to be a part of a story that talks about the classical theme of overcoming obstacles and finding the hero within, which we really explore in our story but the music is as soaring as the story line and fills you with adrenaline. We have the pleasure of hearing feedback  at the stage door every night about how it moved them and healed something in their own lives. It makes it easier to give our all every night when you hear feedback like that.

BiS: In these times of technology, social media and consumerism, do you think our society has lost touch with that inner child, that innocence?
LMK: I think it happens the second you have responsibilities. It's a good idea to try to look at the world with child-like eyes. If you can. One thing the kids and Matthew Morrison have taught me is to have an attitude of gratitude everyday. It's changing my perspective in my life to experience that at work.

BiS: The show is called Finding Neverland. What is Neverland for you?
LMK: I think Neverland is adventure and home at the same time. Blue skies, huge trees, a place where peace and fun exist at the same time. No tears, unless they are happy ones, and definitely lots of stories. I think Peter Pan playwright J.M. Barrie got it right!

BiS: We’re completely obsessed with the music from the show. What do you think Gary Barlow and Eliot Kennedy’s music has added to this story?
LMK: I've always been a huge fan of Gary Barlow and Eliot Kennedy. They've been writing amazing songs for years and years. I'm so glad I got to know them through this process. They are as wonderful as their songs.

BiS: You have been in this production since its run at the ART. How has the show evolved since then? Have there been any changes apart from the cast changes? 
LMK: Songs, scenes, and choreography have all been cut, edited or changed which is the fun of having an out of town try-out. It's my favourite thing to try to figure out the real story we want to tell. The focus kept changing. I'm so proud of what we ended up with.

BiS: How is being onstage with such well-known tv actors as Mr. Morrison and Kelsey Grammer?
LMK: They are such kind people. I have loved sharing this journey with them!  They have big hearts and so much time for anyone. Love them. We definitely have a great turn out at Stagedoor for them every night!

BiS: Of all the celebrities coming to see the show, was there anyone you were particularly excited to meet?
LMK: It's always fun to  meet people who are creating culture in their own way, but my favourite has been David Blaine coming to see the kids. He's a fabulous magician and all the boys are obsessed with magic. They were beside themselves! That made me so happy.

BiS: When creating a character, you usually put a little of your own personality into it and your Sylvia is a powerhouse. What does Sylvia have from Laura? And Laura from Sylvia?
Laura as Galadriel
LMK: You get to know someone you create by having empathy for them. Onstage there isn't supposed to be a visible dividing line between your real life and your characters but I have to say the difference is probably not so much between me and Silvia. Except life experience. I love playing games and kids and family so that's all the same but I never lost a husband or had 4 boys so that's new! I think our personality seem very close.

BiS: If you could be best friends with one of the characters you’ve played, who would that be? Who has the most similar personality? 
LMK: I'd want to be best friends with the queen of the elves - Galadriel! She's so ethereal and magical and unlike me. Creating Gold trees and healing people with her energy and living in the heart of the forest! Not to mention speaking elvish all day. That would be fun to be around!

BiS: What would you say to a Spaniard who is thinking about seeing the show to help him make is mind up?
LMK: You'll be blown away by the story of one man’s journey to overcome apathy. Follow him as he becomes a hero amongst pirates and falls in love healing a broken heart of a widow and her four boys and becomes a wild author along the way!

BiS: We get the feeling that this season on Broadway has been terrific for women. How does it feel being part of that? 
LMK: I just feel so lucky I get to be a part of Broadway, period. It really is a wonderful season but then again it always is here in New York and I think that makes good reasons to always come back every year. Broadway should always be a season of culture-changing adventures! Come visit us!!


miércoles, 22 de julio de 2015

BROADWAY EN EL TEATRE GREC

Por segundo año consecutivo, El Grec Festival de Barcelona ha dedicado una noche a los musicales y no podíamos perdérnoslo. Ayer se celebró este concierto repleto de grandes artistas y nuevas promesas del panorama del teatro musical catalán, en un Teatre Grec a rebosar que demuestra que este género gusta cada vez más. ¡Ya no somos tan pocos, theatre nerds! 

Tras una 'overture' de La Banda Municipal de Barcelona al son de That's entertainment (de The Band Wagon) y un We can do it de The Producers interpretado por Joan Pera y Roger Pera, intercambiándose el papel de padre e hijo y poniendo el toque de humor a la noche, los coros de las escuelas Aules, Coco Comín, Eòlia y Memory presentaron el espectáculo interpretando There's no Business like Show Business de Annie Get Your Gun, cuya letra en catalán ("la nit dels musicals será una nit molt especial") ya nos advertía que la noche iba a ser única.

Tras ello, comenzó el desfile de artistas (Muntsa Rius, Sergi Albert, Anna Moliner, Àngels Gonyalos, Elena Gadel, Mercè Arànega...) que interpetaron grandes clásicos de musicales, en su mayoría americanos, como Phantom of the Opera, My Fair Lady, West Side Story, Rent o Sunset Boulevard versionados al catalán. Cada canción dejaba al público más entusiasmado. 

El concierto terminó con la calurosa ovación de un público en pié tras la mítica One Day More de Les Miserables, y con artistas y bailarines saludando mientras la Compañía cantaba One de A Chorus Line.

Si tuviéramos que destacar alguna de las actuaciones (aunque disfrutamos el concierto de principio a fin) nos quedaríamos con Ivan Labanda, sincero y entregado interpretando Being Alive de Company -por muchos considerada la mejor canción de Stephen Sondheim-; Xavi Duch y su Anything Goes, con número de claqué a lo Sutton Foster incluido; Mone Teruel, perfecta como siempre, que nos emocionó con su triste y a la vez esperanzador Maybe This Time de Cabaret; y Mercè Martínez a lo 'Mama Rose' atreviéndose con la teatral Some People de Gypsy.

La sorpresa de la noche fue Diana Roig que arriesgó con Don't Rain on My Parade de Funny Girl -pocas pueden- y definitivamente ganó. ¡Vaya voz! Como dirían en América, 'she stole the show'. Ya tenemos Fanny Brice por si alguien se anima con Funny Girl en España.

No podíamos olvidarnos de hacer una mención especial a nuestro querido Daniel Anglés, que nos regaló el himno I am what I am de La Cage aux Folles subido en un par de taconazos y estuvo BRILLANTE (literalmente). 

El idílico entorno del Teatre Grec y el espectacular juego de luces fueron la guinda de una noche de ensueño, una celebración del Teatro Musical que nos encantaría que se repitiera anualmente. Tenemos talento de sobras y las canciones de musicales dan para muchas noches inolvidables como esta. 



Paola Marín


miércoles, 8 de julio de 2015

LEANNE COPE, UNA INGLESA IN PARIS.



[AS USUAL, SCROLL DOWN TO READ THIS INTERVIEW IN ENGLISH, AFTER THE SPANISH ONE]

Uno de los espectáculos revelación de esta temporada en Broadway ha sido An American In Paris. Este precioso espectáculo, adaptación de la película de 1951 del mismo nombre, protagonizada por Gene Kelly y Leslie Caron, cuenta la romántica historia de un joven soldado americano, una bella joven francesa y una indómita ciudad europea anhelando nuevos comienzos. Nosotras no podemos dejar de ver vídeos de este musical, así que si os vais a dejar caer por la ciudad que nunca duerme, no dudéis en visitar este rinconcito parisino en el Palace Theatre

Este musical tiene, además otro factor que despierta nuestro interés y es su elenco formado, en buena parte por bailarines de ballet, así que, para conocer un poquito mas de que se cuece en este musical hemos entrevistado a su protagonista femenina: la nominada al Tony Leanne Cope, originaria de Bath (UK), interpreta a Lise, la joven francesa que conquista el corazón del veterano americano.


BiS: Vienes del mundo del ballet. ¿Cuándo y por qué empezaste a bailar?
LC: Empecé a bailar cuando tenía 5 años. Al parecer, solía andar por ahí de puntillas así que mi madre decidió mandarme a clase de ballet.

BiS: Tanto Robert Fairchild como tú venís de la misma base, ¿cómo ha sido para vosotros el salto del ballet a broadway? ¿Cuáles son las diferencias que suponen un mayor reto?
LC: Después de muchos años de estar en silencio en el escenario, usar mi voz fue un gran reto, aunque he de reconocer que es muy liberador y creo que encontraré difícil volver a estar callada en el escenario y no cantando.

BiS: ¿Creciste siendo una fan de Broadway? ¿Cuál era tu musical favorito?
LC: No tanto Broadway porque soy británica, pero sí del West End de Londres. Me encantan los musicales desde que me alcanza la memoria. A parte de An American In Paris, tendría que decir que Chicago es uno de mis favoritos. Es genial de ver, pero además creo que Roxy Hart o Velma Kelly son dos de los mejores personajes femeninos en un musical.

jueves, 2 de julio de 2015

DIARIO DE UNA BAILARINA AMATEUR EN UN MACROFESTIVAL DE DANZA

Después de estar tantas veces en la platea de un teatro disfrutando de cientos de espectáculos, el otro día por primera vez me subí a un escenario para vivirlo todo desde el otro lado. Tras mi primer año de claqué en la escuela Coco Comín me tocaba participar en su festival bienal de danza. Me moría de ganas y miedo a partes iguales por vivir esta experiencia y ha sido increíble. Os dejo con este "inside look" del festival desde el punto de vista de una novata.

La preparación para el festival comenzó hace unos meses. Nos reunieron a varios grupos y la directora de la escuela, Coco Comín, nos comunicó la temática del festival (¡¡¡Night Fever!!!), las canciones que bailaríamos cada grupo, las fechas, quién protagonizaría la función… el entusiasmo de todos los alumnos era contagioso así que ahí ya empecé a notar que se cocía algo grande. Desde entonces empezamos a preparar la coreografía en clase y poco a poco nos fueron dando más detalles: dónde se realizaría la función, qué vestuario llevaríamos, los horarios del ensayo general, las instrucciones para el día del festival, etc.

Recuerdo pocas veces en que haya estado más nerviosa que el día del ensayo general en el teatro (el Auditori del Palau de Congressos de Montjuic), cuatro días antes del festival. La platea era gigante, las luces cegaban, la escenografía cambiaba continuamente, había mucha gente mirando, bailarines, profesores, organizadores... iban de un lado a otro. Todo parecía tan profesional… ¡Y teníamos que bailar por primera vez delante de la directora! Ya no estábamos en el entorno seguro y confortable que se había creado en clase. En ese momento sentí más admiración si cabe por la gente que se dedica al mundo del espectáculo. Por si todo ello no era suficientemente intimidante, dejaron nuestro ensayo para el final (acabamos bailando a las 23:30 de la noche) y vimos bailar a un montón de grupos con sus coreografías de vértigo. Se me pasaban mil cosas por la cabeza… ¿Y si me caigo? ¿Y si se me cae el gorro? ¿Y si me quedo en blanco y se me olvida toda la coreografía? ¿Y si…? Poco a poco me tranquilicé y disfruté del espectáculo, al fin y al cabo éramos Amateur y todo el mundo lo sabía. Estábamos guapísimos con nuestro traje de “hamburgueseros” de los 70's, nuestra coreografía era genial y habíamos trabajado mucho durante el curso… solo teníamos que demostrarlo y, sobretodo, como nos había repetido nuestra profesora tropecientas veces, disfrutar. ¡Y así fue! Nos salió muy bien y nos fuimos satisfechos a casa. Estábamos preparados para el festival.

El fin de semana intenté relajarme al máximo y no pensar mucho en el festival para no ponerme nerviosa. La mañana del festival tuve mucho trabajo así que sin darme cuenta ya era la hora de ir hacia el teatro para prepararnos para la primera función.

La sala que habían habilitado como vestuario para los grupos amateur estaba llenísima, no cabía nadie. Había bolsos, maletas, gente cambiándose, gente maquillándose, gente peinándose… una locura. En total ese día bailábamos unas 700 personas así que organizarnos a todos debe haber sido casi imposible. Sin embargo, todo el mundo sabía más o menos cuando le tocaba bailar y casi no hubo incidentes. Se notaba mucho quién estaba ahí por primera vez (andábamos un poco más perdidillos) y quien había participando antes en este festival (se habían traído un libro para pasar el rato, comida y bebida, cargador de móvil y estaban mucho más relajados esperando su turno). Busqué a mis compañeros y como bailábamos al principio del segundo acto intentamos “colarnos” en platea para ver bailar a algunos de nuestros compañeros desde el fondo, mientras esperábamos que en los camerinos la cosa se calmara un poco para cambiarnos y maquillarnos. La función comenzó con un número espectacular de jazz al son de Stayin’ Alive y nos quedamos ahí un rato hasta la mitad del primer acto. La locura entre bastidores no cesaba y los vestuarios no se vaciaban así que optamos por ir a prepararnos al baño más lejano y tranquilo que encontramos. Tuvimos tiempo de repasar un par de veces la coreografía y cuando empezó el descanso nos preparamos para salir al escenario. La primera función no salió como esperábamos. Una sucesión de imprevistos, a los que finalmente conseguimos sobreponernos, nos impidieron concentrarnos al 100% y darlo todo en el escenario. Después de eso, los más veteranos de mi grupo (algunos compañeros ya llevan años bailando otras disciplinas aunque fuese su 1r o 2º año de claqué) nos dijeron que son cosas del directo, que estas cosas pasan… pero yo estaba muy enfadada. Solo quería volver a bailar para que saliese perfecto. Por suerte teníamos otra oportunidad en la función de la noche. De nuevo volví a sentir un inmenso respeto por la gente que se dedica a esto, por todas esas veces que las cosas no salen según lo previsto.

Pero bueno, había que olvidarse del imprevisto. The show must go on. Vimos algunas actuaciones más, incluida la de nuestra profesora que nos dejó alucinados, y recuperamos el buen humor. Teníamos que prepararnos para el desfile final, en que todos bailábamos una coreografía, saludábamos al público y nos marcábamos la clásica pose de Saturday Night Fever. Fue divertidísimo. Cientos de personas en el escenario bailando a la vez y saltando al son de los clásicos de Boney M y el público en pié. El subidón de adrenalina que necesitábamos para coger la segunda función con más ganas.

En la función de la noche no quedaba ni una butaca libre así que no nos dejaron entrar a ver ningún número. Esperamos en camerinos comiendo algo, descansando, charlando… no me extraña que las compañías de los musicales acaben siendo como una familia porque son muchas las horas que pasan juntos, matando el tiempo entre función y función y entre número y número. Cuando se acercó la hora, nos repasamos el maquillaje y nos preparamos entre bastidores con mucho más tiempo que la primera vez. Estuvimos ahí toda la media parte, con nuestra profesora dándonos ánimos y asegurándonos que esta vez salía todo bien. Nos preparamos con tiempo en el escenario y nos concentramos  para que nos saliera de principio a fin tal y como tantas veces habíamos ensayado. Mi familia y amigos estaban en el público así que fue doblemente especial para mí. Esta vez sí salió bien. Nos quedamos en el escenario un número más haciendo de figurantes y aguantando la emoción (teníamos que hacer de camareros y después recoger parte del atrezzo) y salimos del escenario plenamente felices, al menos yo, con una sensación difícil de igualar

Debía ser la 1:30 de la mañana cuando salimos de nuevo al escenario para el desfile final. La gente estaba cansadísima después de un día tan intenso pero eso no evitó que sacáramos toda la energía que nos quedaba para levantar al público de sus butacas, bailar y disfrutar juntos de esos minutos finales.

Ha sido un placer compartir esta experiencia con mis compañeros, guiados por una gran profesora que ha creído en nosotros desde el primer momento. Mi día favorito este curso no ha sido ni mi cumpleaños, ni fin de año, ni la verbena de San Juan… Ha sido el 29 de junio, cuando participé en “Night Fever”, mi primer festival bienal de danza de la escuela Coco Comín.

Pd: ¡Bailad! Os hará felices. Yo no pienso parar.

Paola