martes, 22 de diciembre de 2015

'LA MÀGIA DE BROADWAY PER NADAL', UN MILAGRO NAVIDEÑO


El pasado sábado tuvimos el privilegio de asistir a uno de los conciertos más bonitos que hemos visto nunca. 

Alfonso Casado, el joven director español que triunfa en el West End, reunió en el Auditori de Barcelona a cuatro de los cantantes de musicales más importantes del país, que junto al Cor de Cambra de Granollers, al Cor Jove Amics de la Unió y al Cor Infantil Amics de la Unió, y acompañados de la Orquesta Sinfónica de Barcelona, nos ofrecieron una selección sublime de canciones de musicales. Desde grandes clásicos de Rodgers & Hammerstein, como Sonrisas y Lágrimas, Cinderella o Carousel, hasta los éxitos más entrañables de Annie, La Bella y la Bestia e incluso Frozen.

Los cuatro solistas no podían ser más grandes. Nina (de la que actualmente podemos disfrutar en Barcelona en Mamma Mia), Ignasi Vidal (Los Miserables, La Bella y la Bestia), Julia Möller (La Bella y la Bestia, Los Miserables) y Gerónimo Rauch (Les Miserables, Phantom of the Opera). Todos ellos estuvieron excelentes y destacaron en algún momento de la noche, sin quitar nunca protagonismo a la OBC o a los coros que les acompañaban. 

Entre los momentos que más brillaron: el final del primer acto, con un emocionante Maria de West Side Story interpretado por Gerónimo Rauch, seguido de Make Our Garden Grow, de la opereta Candide, interpretada por los cuatro solistas y los coros; cada vez que Julia Möller hizo de "princesa" con su voz de ángel, fuese junto a Gero con "Do I Love You Because You're Beautiful" de Cinderella (personalmente, una de mis favoritas) o junto a Ignasi con Beauty and the Beast (a los dos les sale el personaje por los poros de la piel e irradian complicidad); la interpretación de If I Can't Love Her de Ignasi Vidal, que nunca nos cansamos de escuchar, y que puso al público en pie; y, sobretodo, el impresionante "mash-up" de Yentl y Los Miserables (Papa Can You Hear Me/Bring Him Home/A Piece Of Sky) encargado por Casado al compositor catalán Albert Guinovart (se comenta que lo tuvo listo en solo dos días), interpretado por una soberbia Nina y por Gerónimo, que se llevó merecidamente la mayor ovación de la noche. No ha sido la primera y sabemos que no será la ultima vez que escuchemos en directo a Gero cantando Bring Him Home, pero cada vez es como un tesoro que guardamos en un rinconcito de la memoria. Para nosotras es EL MEJOR y nos encanta poder disfrutar de su voz antes de que el West End (o, ¿quien sabe? Broadway) se lo lleve de nuevo.

El concierto terminó con un celestial When You Believe, de El Príncipe de Egipto (os lo dejamos más abajo para que podáis disfrutarlo) y unos bises muy navideños, desde White Christmas, hasta "Fum, fum, fum", que el público coreó feliz y extasiado tras dos horas de conmovedoras sinfonías.  

Todo ello fue amenizado con simpatía y salero por el propio Alfonso Casado, que disfrutó como un niño dirigiendo el concierto, enseguida conectó con el público y convirtió algo majestuoso en algo, a la vez, cercano y especial. En cuanto a la belleza del espectáculo, el Director Artístico, Mariano Detry, fue el responsable.

Se suele decir que eventos así solo suceden una vez en la vida pero esperamos que no sea así y que, vista la respuesta del publico, podamos disfrutar de un recital similar las Navidades de 2016. Ya lo estamos deseando.  


Paola

lunes, 21 de diciembre de 2015

SUGAR, EL MUSICAL

¡El viernes pasado volvimos a ir de estreno! Tenemos que confesar que íbamos con un poco de miedo a ver 'Sugar'... Con Faldas y a lo Loco es una de las mejores comedias de la historia del cine y es difícil estar a la altura. No obstante, desde el primer momento nos cautivó y ya no pudimos dejar de sonreír en toda la función.

Este musical basado en la película de 1959 de Billy Wilder, con libreto de Peter Stone y canciones de Jule Styne y Bob Merrill, se estrenó en Broadway en 1972 y Som-hi Films nos lo ha traido al Teatre Gaudí de Barcelona para que lo disfrutemos durante estas fiestas.

Dirigido por Pau Doz, con dirección musical de Bernat Hernández, y con unas coreografías de infarto de Laura Olivella, este divertidísimo espectáculo hará las delicias de los fans de la música jazz, de la danza y, lo que era más difícil, de la película original, haciéndole total justicia.

Pese a ser un espectáculo de pequeño formato, es ambicioso y explota al máximo sus posibilidades. La compañía la forman nada más y nada menos que 15 actores y bailarines y una big band de 5 músicos. Encabezan el reparto Bealia Guerra como Sugar, e Ivan Labanda y Xavi Duch como Joe y Jerry (o Josephine y Daphne) y los tres están que se salen. Bealia, dulce a más no poder, encabeza las coreos como una auténtica leading lady; Ivan está encantador y entregado ¡que gran actor es este chico! Nos dejó sin respiración con su interpretación de It's Always Love; Xavi en su salsa... divirtiéndose como el que más y divirtiéndonos a nosotros con su desparpajo y entusiasmo contagioso. Mención especial a Pep Cortés como Sir Osgood, el un-poco-creepy pero adorable millonario madurito que quiere ligarse a Daphne, y a Maria Santallusia, estupenda como Sweet Sue. 

Como hemos avanzado, las coreografías son espectaculares y los bailarines y bailarinas más. Muestra del trabajo que hay detrás de este musical, son dignas de una gran producción y es un gustazo disfrutar de ellas de tan cerca. Es difícil no quedarse embobada con bailarines como Roberto Provenzano (de quien nos enamoramos un poquito) delante de ti.

Una de las cosas que nos resultó más curiosa es que aunque apenas haya escenografía, solo un par de elementos de atrezzo, esta no se echa de menos. El fantástico vestuario años 20 y el desarrollo de la historia hacen que te olvides de ello y en todo momento visualices claramente la escena (Chicago, Miami, un yate... lo que haga falta). Lo que podría haber sido una carencia del espectáculo, se convierte en un ejercicio de imaginación que lo eleva y, si has visto la película, te permitirá revivirla al 100%.

Las canciones, pese a no ser grandes temazos, son de fácil digestión y muy pegadizas (todo el mundo sale cantando "jo ho faig per la Sugar...") y su ritmo jazz de los años 20 acompaña perfectamente a la historia. Únicamente echamos de menos alguna presencia femenina en la banda de músicos. Ya que se supone que se trata de una banda de mujeres... qué menos que una mínima representación del género.
Como dice el Sr. Osgood, "nadie es perfecto", pero Sugar está cerca de serlo. No os lo perdáis... ¡No se puede empezar estas fiestas de una forma más dulce!

Pd: Somos fans, pero "fans de póster" (literalmente, ya que lo colgaríamos en la pared sin pensarlo), del precioso cartel del espectáculo, diseñado por Jordi Labanda.

Paola

lunes, 14 de diciembre de 2015

'5CINC', CINCO BUENAS VOCES Y LOS ARREGLOS DE UN GRAN COMPOSITOR


El viernes pasado fuimos de estreno y ya os avanzamos que os contaríamos "qué tal". Como lo prometido es deuda, aquí tenéis nuestras impresiones sobre '5Cinc', la nueva propuesta del Versus Teatre de Barcelona.

Si tuviésemos que elegir el teatro más "musicalero" de la Ciudad Condal, sería sin duda el Versus Teatre. Cada vez son más las propuestas de teatro musical con las que arriesga esta pequeña sala que nos encanta, y esperamos que eso no cambie. Tras 'Dies Normals', que dejó el listón muy alto, nos traen este "songcycle" (término que hemos aprendido a raíz de ver que todo el mundo lo utilizaba para describir este espectáculo, y que significa "ciclo de canciones completas diseñado para interpretarse en una secuencia como una unidad") en el que cinco jóvenes en busca del éxito, expresan sus sentimientos a través de versiones de canciones de teatro musical. 

Pues bien, a nosotras este "songcycle" nos gustó, disfrutamos mucho... pero le vimos más semejanzas a lo que viene siendo un concierto de los de toda la vida que a un musical. Una vez aclarado esto, deciros que la selección de canciones hará las delicias de cualquier amante de los musicales y los originales arreglos de Marc Sambola, que pese a su juventud ya es uno de los grandes compositores del teatro musical catalán, sorprenderán hasta al más entendido en el género. Desde grandes clásicos como Somewhere Over The Rainbow, The Sound Of Music o I Dreamed A Dream hasta canciones de musicales actuales que aun no han cruzado el charco como 'If/Then', 'Bridges of Madison County' o 'Something Rotten'. Pese a que algunas de las versiones de Sambola pueden sonar un poco arriesgadas o demasiado alejadas de la melodía original para los más fieles, otras (sobretodo las de las canciones archiescuchadas) son un soplo de aire fresco innegable. Por encima de todo lo anterior, lo que da personalidad al espectáculo son las armonías a cinco voces, que hacen brillar a los cinco artistas incluso más que en sus momentos de lucimiento individual.

Estas cinco voces de las que tanto estamos hablando son Laura Daza (Dies Normals), Sylvia Parejo (Los Miserables), Judith Tobella (Los Miserables), Marc Flynn (Per Sobre De Totes Les Coses) y Jan Forrellat (Per Sobre De Totes Les Coses, Los Miserables) y están dirigidas por David Pintó (Mares i Filles). Los cinco son muy jóvenes pero ya presumen de carrera en el teatro musical de este país y si habéis oído sus voces sabréis porqué. Pese a que se les notaban un poco los nervios típicos del estreno, volvimos a alucinar, como en 'Per Sobre De Totes Les Coses', al escuchar como Marc y Jan llegaban a todas las notas (este último incluso a las imposibles de One Second and a Million Miles del maestro Jason Robert Brown). ¡Un puntazo la interpretación masculina de 'Don't Rain On My Parade' por parte de Jan! De Sylvia nos encantó su voz dulce pero llena de matices y su interpretación de un modernizado I Dreamed A Dreamed; de Laura Daza, su química con Jan; pero la sorpresa de la noche nos la llevamos con Judith Tobella, que hasta tirada por el suelo nos dejó boquiabiertos con su vozarrón y su seguridad en el escenario.

En fin, pese a que se trata de un espectáculo muy minimalista y la escenografía escasea un poco, las versiones y las voces valen la pena y siempre es un placer escuchar canciones que nos gustan tanto así de bien cantadas. Esperábamos algo un poco más teatral pero, de momento, nos conformamos encantadas con este '5Cinc' hasta el próximo "Off-Broadway" que seguro nos ofrecerá el Versus Teatre.

¿Lo mejor? Si os gusta, podéis comprar el CD a la salida ;).


Paola

miércoles, 9 de diciembre de 2015

LA VIDA ES UN 'CABARET'


La marquesina de 'Cabaret' vuelve a brillar en la Gran Vía de Madrid desde el pasado septiembre. Nosotras ya estábamos hartas de que nos contaran lo bien que está esta nueva producción así que aprovechando el puente nos plantamos en la capital para comprobarlo con nuestros propios ojos (y oídos).

Tenían razón, 'Cabaret' HA VUELTO, y con mayúsculas. Este musical que revolucionó el género en los años 60 y que fue llevado al cine por Bob Fosse en el 72, convirtiendo a Liza Minelli y Joel Grey en auténticos iconos, no pasa de moda y SOM Produce lo sabe. Por eso, nos traen esta nueva y mejor, ambiciosa y espectacular producción digna de Broadway.


Edu Soto es EMCee, el Maestro de Ceremonias que nos invita al Kit Kat Klub, un Cabaret del Berlín de 1931 donde el alcohol, el sexo, el jazz, la frivolidad y la diversión dominan la noche y donde los problemas no existen, pero que está a punto de ser sacudido por la realidad del nazismo en pleno auge. Soto brilla con luz propia y lleva el papel a su terreno. Con su primer "Wilkommen, bienvenue..." entras en su mundo y no sales de él en toda la función, ni si quiera en el entreacto (os recomendamos que no vayáis muy lejos de vuestra butaca). Pasando de un descarado pero entrañable bufón a un desengañado borracho nunca deja de entretener al público rompiendo la cuarta pared y haciendo sentir importante a cada uno de los espectadores desde las primeras filas hasta las últimas. Su risa es inolvidable y su propia personalidad queda disimulada pero, por suerte, no oculta detrás del maquillaje.

Cristina Castaño es la más valiente. Sally Bowles es uno de los personajes femeninos más complejos e importantes de la historia del musical y no todas se atreven. Las canciones que tiene que cantar son clásicos que han sido interpretados por grandes voces y grandes actrices. Su burbujeante Sally, fuerte pero a la vez frágil, aprueba y con nota. Cristina es actriz, no cantante, y eso se nota en algunos momentos pero su interpretación es tan potente que lo demás se olvida. Y, de todos modos, ¡ya les gustaría a Emma Stone o Sienna Miller (dos de las últimas Sally Bowles en Broadway) cantar así! Su desgarradora versión del '11 o'clock number' "Cabaret" nos rompió el corazón en mil pedazos y se llevó el mayor aplauso de la noche.

No pudimos ver a Daniel Muriel como Clifford pero pudimos disfrutar de Carlos J. Benito (desde luego, este hombre es omnipresente en la cartelera teatral madrileña ya que también lo vimos hace tres semanas en Priscilla dándolo todo entre plataformas y purpurina) que demostró tablas y nos ofreció a un Cliff tierno al principio y desilusionado al final. La siempre excelente Marta Rivera demuestra de nuevo que es una de las más grandes del género musical en este país como Fraulein Schneider, la dueña de la pensión que se enamora de Schultz, el frutero judío interpretado por un afable Fernando Samper en la función a la que asistimos. Para deleite de nuestros oídos, Víctor Díaz interpreta al malvado Ernst con una seriedad aplastante y una voz que hace estremecer al bello Teatro Rialto entero (atentos al 'reprise' de Mi Lucha Empieza Aquí que cierra el primer acto). El resto del elenco está fantástico y no podréis dejar de mirar a los bailarines y bailarinas del Kit Kat Klub durante las coreografías. Lo más importante de Cabaret es la drástica evolución de los personajes a causa del momento histórico que viven y todos reflejan esa transformación a la perfección.

La magnitud del montaje es alucinante y la iluminación, que al principio irradia vida y al final muerte, saca lo mejor tanto de la escenografía como del elenco. El conocido número "Money, money" es verdaderamente espectacular. El colorido vestuario está a cargo de Antonio Belart y nos hemos enamorado del vestido rojo de Sally, totalmente de ensueño... La banda de jazz en directo es un auténtico deleite.

Solo tenemos dos "peros". Echamos de menos "Mein Herr", una de las canciones más emblemáticas. ¡Nos hubiese encantado ver a Cristina interpretándola! Y, por otro lado, si tienes las canciones originales tan en mente como nosotras, cuesta un poco acostumbrarse a la traducción al español, como de costumbre.

Por todo lo demás, es un plan imprescindible y sin duda el musical de la temporada. Esperamos que ilumine por mucho tiempo más la Gran Vía madrileña.



Paola